lunes, 25 de junio de 2007

Democracia

Cuando uno habla de democracia, establece sus orígenes en la Grecia antigua, donde unos pocos tenían el poder de elegir a su gobierno y a sus leyes, pone como ejemplo la Revolución Francesa, de donde surgió la División de Poderes, la Constitución, y la Carta de Derechos Humanos, y termina hablando de Estados Unidos como ejemplo de un sistema democrático que funciona. Pues bien, en España, como somos así de capaces, hemos conseguido hacer un sistema político que representa lo peor de todos ellos.

La Transición, algo que hoy en día sigue coleando (y lo que te rondaré morena) "parió" un sistema político que heredó de la democracia griega el sistema oligárquico (el poder está en manos de unos pocos, no es representativo, y mucho menos, es universal), de la democracia revolucionaria francesa sustituir al poder establecido (la dictadura) por el constituyente (burguesía), y de la democracia norteamericana la financiación ilegal de los partidos políticos.

Un supuesto consejo de ancianos, venido a más como ponentes constitutivos, parió una Carta Magna que venía a ser una Biblia, no por lo de sagrada, sino más bien, por la recopilación de textos que contenía. Valga, como ejemplo, la tremenda contradicción que supone eso de que "todos somos iguales" con la ley sálica (una ley de origen galo, que alguien tuvo a bien intertextualizar, como si de Ana Rosa Quintana se tratase) que impide que la hermana mayor de un príncipe heredero gobierne antes que él.

Sin embargo, no se desarrolla correctamente el Estado de las Autonomías, dejando a su libre albedrío que cada cual y en su territorio establezca sus reglas del juego de forma unilateral. Cada Estatuto de Autonomía es una mini constitución en potencia, un texto, en muchos casos, poco ocurrente, recurrente, e impotente.

España, que es una de las naciones más antiguas del mundo (desde su unificación, en 1492) tuvo que soportar una nueva división territorial (totalmente desigual) donde los lumbreras de la época se sacaron de la manga diecisiete nuevas formas de administrar a nosotros los españoles. Si añadimos a los ayuntamientos y al gobierno de la nación, tenemos tres administraciones: local, autonómica y central, y que no sólo no se supervisan entre ellas, sino que, casi siempre, se terminan haciendo competencia.

Otro día hablaré de la justicia y de la aplicación de la misma.

Heredamos también una ley electoral (que ningún partido político está dispuesto a cambiar) de listas cerradas, que te obliga a votar a unas siglas, de un partido que ha elegido a tus diputados/senadores por ti, y que favorece el bipartidismo, el poder regional y autonómico de partidos locales o nacionalistas, y que sirve para que estos últimos ostenten más poder, haciendo de bisagra, que los propios partidos nacionales. Pero la democracia no consiste en elegir lo que la mayoría quiere?

Los partidos políticos, primera línea de lo que debería de ser una asociación democrática, no lo son en absoluto. Los congresos de los partidos, auténticas cribas de ideas obsoletas o políticos corruptos, se posponen a gusto del caudillo de turno, para no interferir en la política nacional, o bajo cualquier vaga excusa, para que el susodicho en cuestión o cuestionado siga cobrando en su poltrona. Es ese mismo caudillo de turno, el que elige, sin el más mínimo respeto hacia sus compañeros de partido, a su sucesor. Eso sí, el aparato, con perdón, lo vota a pies juntillas. Porque en España, lo que el caudillo dice, va a misa.

Generalmente dicho caudillo no es el más capaz, ni mucho menos el más inteligente. Recuerda en cierta medida a los delegados de clase, esas personas que son el nexo de unión entre el profesor y el alumnado. Esos personajes, que si los elige el profesor, suelen ser ejemplos a seguir, íntegros, capaces, y que si los elige democráticamente el alumnado, suelen ser los más débiles, a los que se puede amedrentar fácilmente y que no se van a enfrentar a poderes ocultos.

Cuando se habla de partidos políticos se tiene que hablar de polaridad, cosa que en España ocurre con frecuencia en todos los ámbitos. Nadie suele ser crítico con sus ideales, y vuelve a defender a pies juntillas al torero de moda, a su equipo de fútbol, a su partido político. Aunque no lo haga del todo bien. Si no eres capaz de detectar lo que estás haciendo mal, eres incapaz de cambiarlo.

La clase política en España ni tiene clase ni es política. Que conste en acta, que generalizo, tanto o más como se generalizo en Sudamérica con el plan Cóndor. Aquí mis paisanos se meten en política para ganar dinero. No suele ser un acto sin ánimo de lucro, y lo único que les interesa es, perpetuarse en el cargo, pase lo que pase. El cargo político suele estar blindado, y no se le puede echar así como así (aquí nadie dimite) porque, por defecto, todos los políticos son un lechado de virtudes.

No existe una visión de futuro, de consenso, una visión a largo plazo que haga permanentes las ideas. Las ideas suelen ser surrealistas, nada acordes con las necesidades de la sociedad. No hay nadie que le diga al iluminado de turno que se equivoca, o que es un gilipollas. La soberbia es inversamente proporcional al rango del cargo. Aquí se cambian las reglas del juego cada cuatro años. Los políticos son nulos negociadores, no saben gobernar si no es con mayoría absoluta. Ale, por goleada, como en el fútbol.

La política en España es como una permanente partida de mus en la que, cada vez que le toca jugar a uno, cuestiona las reglas, la baraja, los amarracos e incluso el tapete. Y en vez de ganar vacas, perdemos partidas. La partida que España ha perdido siempre ha sido la de la historia. Si hemos sobrevivido a Fernando VII podremos sobrevivir a cualquier cosa...

1 comentario:

Unknown dijo...

Efectivamente Alexis!!!!
La democracia es una sistema "injusto" de votacion.
[ironic mode: on]
Pero ya en la antigua Grecia era injusto, puesto que las personas con minusvalias no podian votar... Se desacian de ellos al nacer...
[ironic mode: off]

No considero justo que el voto de mi madre valga lo mismo que el mio. Yo leo los periodicos, veo la TV, me molesto en saber de que va su programa electoral (por cierto encontrar el programa electoral de algun partido es "francamente" dificil)... y mi madre elije de este modo:
"pero que bien sale FULANITO en la foto."
A lo que yo replico: "pero mama que mira la pila de juicios que tiene por malversacion de fondos... mira todo lo que se ha llevao...",
ella sentencia:
"TODOS SE LO LLEVAN, pero mira como nos ha dejado la ciudad".

O mi abuela: "en el mercado nos han dicho que si no votamos a los ISISISTAS nos quitan la pension..."

Mi abuela ahora tendria 80 años....

Ante un hecho como este ¿donde queda la justicia democratica, la ley de la mayoria?

Antes en España existian 3 clases sociales los pobles, la acomodada clase media y los ricos.
Hoy seguimos teniendo 3 clses sociales: La clase gorreguil (los que pastan en los presupuestos), los pastores (politicos que dirigen la clase anterios), y los inmensamente ricos (que porporcionan fondos a los pastores)

El panorama es feo y no tiene facil solucion.

Aunque (pausa dramatica) y si antes de votar hacemos un examen psicologico a la poblacion....
Si para sacar el carnet de conducir u obtener una licencia de armas debemos pasar un examen, porque no para votar.... un voto mal elegido puede hacer tanto daño como una bala...

Piensalo Alexis! a lo mejor es una solucion.... Al fin a al cabo en la epoca de los Zares en la Gran Rusia a las meretrices se les daba una cartilla sanitaria para ejercer... a lo mejor para votar necesitariamos una cartilla similar....

Saludos,
Rokaman