lunes, 2 de julio de 2007

Sinónimos

No hay nada más difícil en este mundo, que conseguir que lo que una persona dice se corresponda íntegramente con lo que quiere decir. Y es que, echamos la culpa a las palabras, diciendo cosas tan poéticas o musicales como "no puedo expresar mis sentimientos con palabras", cuando en realidad, no quieres expresarlos, que es algo bien distinto.

Quizás, cuando tu madre (si eres hijo), tu mujer (si eres marido), tu pareja (si eres gay) o cualquiera (si eres un pringado) te dice explícitamente "vamos al supermercado a comprar leche", y tú, inocente, pasas con las manos vacías por delante de los carros de la compra, y "ello" (a estas alturas, querido lector, permíteme que use un neutro, ya que no se qué tipo de relación tienes con "ello") se para, y te mira, amenazante, y te dice:
- Coge un carro, no?
- Un carro para qué? – Replicas tú, inocente.
- Para la compra.
- La compra? Qué compra? Pero no íbamos sólo a comprar leche?

Porque cuando alguien te dice "vamos al supermercado a comprar leche" realmente te quiere decir "vamos al supermercado a llenar el carro de la compra como si fuese a haber escasez de alimentos por una guerra nuclear o por un mini Apocalipsis".

Como dijo Groucho Marx: ¿Por qué lo llaman amor cuando en realidad quieren decir sexo? Qué pasa, que no te atreves a decirme explícitamente que vamos a realizar una compra masiva? Que piensas, que me va a molestar menos que comprar leche? Si, claro, la leche que te han dado…

Y es que, estamos en una época en la que el uso abusivo de sinónimos (por llamarlos de alguna forma, ya que, aunque puedan ser parecidos, no significan necesariamente lo mismo) nos hace cambiar de forma radical la visión de las cosas. En los años sesenta fueron las sustancias psicotrópicas y ahora, en los años "cero cero" (por lo de dos mil) son los sinónimos.

Porque cuando alguien dice Economía de Mercado realmente quiere decir Sistema Capitalista. Como el Comunismo ha muerto (o al menos, han intentado matarle), el Capitalismo ha optado por un lavado de cara. Es como el caso de esas grandes consultoras, expertas en auditorías de empresas, que involucradas en enjuagues económicos de dudosa legalidad, cambian sus nombres para evitar que alguien las relacione con algún juicio pendiente. El Capitalismo campa a sus anchas, llamándose, eso sí, Economía de Mercado, como si la economía sólo fuese asunto de las empresas que cotizan en el Mercado bursátil. Es la economía, gilipollas!!!

Porque cuando alguien dice Unión Europea realmente quiere decir Mercado Común. Esta organización consiste en facilitar las transacciones económicas entre empresas de distintos países. Esa es su principal función: evitar que las empresas pierdan el valor de sus operaciones en el cambio de moneda (nos inventamos el Euro). Una organización así hace aguas porque, algunos expertos consideran que no tiene una política exterior conjunta, y algunos otros, incluso hablan de ejército común. La realidad es que, fuera de esos trueques comerciales, cada país defiende antes sus intereses particulares que los intereses europeos generales.

Porque cuando alguien dice Misión de Paz realmente quiere decir Invasión Militar. Los militares no sirven para mantener la paz. La paz la tienen que mantener los políticos, y es, precisamente por su incompetencia como negociadores, y por supuesto, por estúpidos intereses comerciales, por lo que se producen las guerras. Ningún ejército es una ONG, en son de paz sólo van los negociadores (los políticos). Las bombas son a la Paz lo que follar es a la virginidad.

Porque cuando alguien dice Insurgencia realmente quiere decir Resistencia. En 1808, una coalición internacional compuesta por galos, franceses y afrancesados, en misión de Paz, establecieron la democracia en España, derrocando al poder corrupto que era muy malo malísimo. Unos guerrilleros insurgentes, con el alcalde de Móstoles a la cabeza, se enfrentaron a esas tropas… No es lo mismo, no? O sí?

Porque cuando alguien dice Editar realmente quiere decir Censurar. Es que, cáspitas, censurar suena tan feo... Censurar sólo censuran las dictaduras, como en la época del "Claudillo", que actuaban censores de todo tipo y talla, como Camilo José Cela. Jodiendo y Jodido. Cuando hay algo que es políticamente incorrecto se "edita". Aunque, editándolo, termine siendo tremendamente estúpido.

Porque cuando alguien dice Persona con Movilidad Reducida realmente quiere decir Minusválido. Pero vamos a ver, criatura, un sordo, bueno vale, una persona que no oye, es un minusválido, no? Tiene la movilidad reducida, pues no, la tiene más bien silenciosa, pero reducida, nunca… Es minusválido porque es menos válido para oír que un ciego, por ejemplo. Alguien ha probado a decir todos estos palabros borracho? Es poco operativo.

Porque cuando alguien dice Subsahariano realmente quiere decir Negro Africano. Decir negro es pecado, aunque, luego, hipócritamente, se le llama subsahariano y se le trata peor que antaño, cuando eran esclavos negros, y los secuestraban en África para trabajar en las plantaciones de algodón. Algún idiota dice "de color". De color qué? De color eres tú, ser somático, que te pones blanco cuando tienes frío, y rojo cuando tienes calor. En la posguerra española, algunos militares norteamericanos eran de color… Negro, pero claro, como tenían dinero, nadie despreciaba sus dólares.

Porque cuando alguien dice Magrebíe realmente quiere decir Moro pobre. Siguiendo con el símil dinerario, un Moro rico con petrodólares es un Árabe. Es más, jamás se cuestionará el sistema político, democrático, de derechos humanos, de pena de muerte, de una raza o de un país, si tiene dinero.

Porque cuando alguien dice Persona de Etnia Gitana realmente quiere decir Gitano. Y gitano, es una raza, en muchos casos, mucho más pura y más aria, valga la redundancia, que esos nórdicos descendientes directos de los atlantes. En la época de los Reyes Católicos (si, has leído bien, Rayos Catódicos) un marrano era un judío converso. Y hoy en día, cuando alguien te dice marrano, no te mosqueas, es más, le contestas con la mejor de tus sonrisas, y con rima consonante:
- Me la agarras con la mano.

Porque cuando alguien dice Transgénicos realmente quiere decir Patentes Alimenticias. Resulta que los transgénicos "son tus amigos" porque, gracias a la ingeniería genética, conseguimos hacer semillas más resistentes a las plagas y a la climatología adversa. Así quitaremos el hambre al tercer mundo. Ja! Y las proteínas? Y las patentes? Eso nadie lo cuenta, pero en realidad, todas esas semillas, de producción mundial, están patentadas, dando múltiples beneficios a las empresas que las crearon. Y sobre todo, se están vendiendo en el primer mundo, de una forma permisiva (soja) o de otra sutil (biodiesel). Como si de un aparato electrónico se tratase, las especificaciones técnicas están sujetas a cambios sin previo aviso.

Porque cuando alguien llama a las cosas por su nombre, está mal visto, "molesta a una minoría", o parece que insulta. Pero en realidad, el hecho de no hacerlo, crea una indefensión con la mayoría, que permanece pasiva, como la manada gilipollas de ñus que todos los años cruza el Serengeti… Y que todos los años se los comen los cocodrilos. Me caen mejor los búfalos, por lo menos ellos se defienden de sus depredadores.

lunes, 25 de junio de 2007

Democracia

Cuando uno habla de democracia, establece sus orígenes en la Grecia antigua, donde unos pocos tenían el poder de elegir a su gobierno y a sus leyes, pone como ejemplo la Revolución Francesa, de donde surgió la División de Poderes, la Constitución, y la Carta de Derechos Humanos, y termina hablando de Estados Unidos como ejemplo de un sistema democrático que funciona. Pues bien, en España, como somos así de capaces, hemos conseguido hacer un sistema político que representa lo peor de todos ellos.

La Transición, algo que hoy en día sigue coleando (y lo que te rondaré morena) "parió" un sistema político que heredó de la democracia griega el sistema oligárquico (el poder está en manos de unos pocos, no es representativo, y mucho menos, es universal), de la democracia revolucionaria francesa sustituir al poder establecido (la dictadura) por el constituyente (burguesía), y de la democracia norteamericana la financiación ilegal de los partidos políticos.

Un supuesto consejo de ancianos, venido a más como ponentes constitutivos, parió una Carta Magna que venía a ser una Biblia, no por lo de sagrada, sino más bien, por la recopilación de textos que contenía. Valga, como ejemplo, la tremenda contradicción que supone eso de que "todos somos iguales" con la ley sálica (una ley de origen galo, que alguien tuvo a bien intertextualizar, como si de Ana Rosa Quintana se tratase) que impide que la hermana mayor de un príncipe heredero gobierne antes que él.

Sin embargo, no se desarrolla correctamente el Estado de las Autonomías, dejando a su libre albedrío que cada cual y en su territorio establezca sus reglas del juego de forma unilateral. Cada Estatuto de Autonomía es una mini constitución en potencia, un texto, en muchos casos, poco ocurrente, recurrente, e impotente.

España, que es una de las naciones más antiguas del mundo (desde su unificación, en 1492) tuvo que soportar una nueva división territorial (totalmente desigual) donde los lumbreras de la época se sacaron de la manga diecisiete nuevas formas de administrar a nosotros los españoles. Si añadimos a los ayuntamientos y al gobierno de la nación, tenemos tres administraciones: local, autonómica y central, y que no sólo no se supervisan entre ellas, sino que, casi siempre, se terminan haciendo competencia.

Otro día hablaré de la justicia y de la aplicación de la misma.

Heredamos también una ley electoral (que ningún partido político está dispuesto a cambiar) de listas cerradas, que te obliga a votar a unas siglas, de un partido que ha elegido a tus diputados/senadores por ti, y que favorece el bipartidismo, el poder regional y autonómico de partidos locales o nacionalistas, y que sirve para que estos últimos ostenten más poder, haciendo de bisagra, que los propios partidos nacionales. Pero la democracia no consiste en elegir lo que la mayoría quiere?

Los partidos políticos, primera línea de lo que debería de ser una asociación democrática, no lo son en absoluto. Los congresos de los partidos, auténticas cribas de ideas obsoletas o políticos corruptos, se posponen a gusto del caudillo de turno, para no interferir en la política nacional, o bajo cualquier vaga excusa, para que el susodicho en cuestión o cuestionado siga cobrando en su poltrona. Es ese mismo caudillo de turno, el que elige, sin el más mínimo respeto hacia sus compañeros de partido, a su sucesor. Eso sí, el aparato, con perdón, lo vota a pies juntillas. Porque en España, lo que el caudillo dice, va a misa.

Generalmente dicho caudillo no es el más capaz, ni mucho menos el más inteligente. Recuerda en cierta medida a los delegados de clase, esas personas que son el nexo de unión entre el profesor y el alumnado. Esos personajes, que si los elige el profesor, suelen ser ejemplos a seguir, íntegros, capaces, y que si los elige democráticamente el alumnado, suelen ser los más débiles, a los que se puede amedrentar fácilmente y que no se van a enfrentar a poderes ocultos.

Cuando se habla de partidos políticos se tiene que hablar de polaridad, cosa que en España ocurre con frecuencia en todos los ámbitos. Nadie suele ser crítico con sus ideales, y vuelve a defender a pies juntillas al torero de moda, a su equipo de fútbol, a su partido político. Aunque no lo haga del todo bien. Si no eres capaz de detectar lo que estás haciendo mal, eres incapaz de cambiarlo.

La clase política en España ni tiene clase ni es política. Que conste en acta, que generalizo, tanto o más como se generalizo en Sudamérica con el plan Cóndor. Aquí mis paisanos se meten en política para ganar dinero. No suele ser un acto sin ánimo de lucro, y lo único que les interesa es, perpetuarse en el cargo, pase lo que pase. El cargo político suele estar blindado, y no se le puede echar así como así (aquí nadie dimite) porque, por defecto, todos los políticos son un lechado de virtudes.

No existe una visión de futuro, de consenso, una visión a largo plazo que haga permanentes las ideas. Las ideas suelen ser surrealistas, nada acordes con las necesidades de la sociedad. No hay nadie que le diga al iluminado de turno que se equivoca, o que es un gilipollas. La soberbia es inversamente proporcional al rango del cargo. Aquí se cambian las reglas del juego cada cuatro años. Los políticos son nulos negociadores, no saben gobernar si no es con mayoría absoluta. Ale, por goleada, como en el fútbol.

La política en España es como una permanente partida de mus en la que, cada vez que le toca jugar a uno, cuestiona las reglas, la baraja, los amarracos e incluso el tapete. Y en vez de ganar vacas, perdemos partidas. La partida que España ha perdido siempre ha sido la de la historia. Si hemos sobrevivido a Fernando VII podremos sobrevivir a cualquier cosa...

jueves, 14 de junio de 2007

El rey de los deportes

Según las estadísticas publicadas por cierto concurso televisivo, sólo el 26% de la población española es aficionada al fútbol. Si creemos a pies juntillas ese dato, resulta sobredimensionado el tratamiento que se le da a dicho deporte en cualquier ámbito.

Puede que el fútbol, como tal, atraiga a más proporción de gente que esa cuarta parte de la población, pero los esfuerzos realizados por su afición comparados con los resultados obtenidos serían objeto de una exhaustiva auditoría, o incluso a la amortización de dicho departamento (de fútbol) en cualquier multinacional que se precie.

Los grandes equipos de fútbol representan más bien poco a las ciudades que les acogen, mucho menos a sus naciones. Suelen ser un grupo de mercenarios individuales con contratos privados para vender camisetas o similares. Luego, los seguidores, hinchas, forofos, aficionados, etc… (adjetivos utilizados en función de su intelecto más que de su poder adquisitivo) les recriminan porque “no sienten los colores del equipo”.

Ja (risa irónica) Pero… Qué colores sientes tú? Hablas de honradez, honor, coraje… Lo has leído en el diccionario o demandas algo que tú practicas? Eres honrado? Sientes las OPAs hostiles que hace la empresa para que trabajas con el mismo tesón que un directivo? Declaras todo lo que debes a Hacienda? Te llevas los folios de la oficina a tu casa? Y los azucarillos? Miserable…

No se cuánto puede costar al año pertenecer a uno de estos clubes, pero, si seguimos con las proporciones… Nos cuestan mucho más los impuestos que seguramente esa cuota y exigimos mucho menos a nuestros gobernantes… Pero eso, como siempre, es otra historia…

Si hablamos de selección, hablamos de controles de alcoholemia. Jamás, a ningún deportista, se le ha “cazado” con menos copas que a la selección española de fútbol. Vista como empresa deportiva, en algunas civilizaciones sería pasada necesariamente por las armas, pero si se trata de cantar o de vender camisetas la cosa cambia.

Cómo puede decir la prensa deportiva que la selección española es una de las mejores del mundo, y luego ser un paquete de comida para leones de circo que rara vez llega a cuartos de final en un mundial u olimpiada?

Y es que, la prensa deportiva, vive de ello. Transmiten hasta los entrenamientos, y porque no les dejan entrar en los hoteles, que si no, también veríamos como algún delantero se corta las uñas, por ejemplo.

No sólo no se corresponde lo que pasa (en el fútbol) con lo que te cuentan, sino que además, es independiente de los resultados. Te pueden decir que tal equipo va fatal y ganar la liga, o incluso no dar ni una triste noticia de un equipo que va el tercero en la clasificación. Es un deporte que se gana metiendo goles, nada más. No te dan puntos, a parte del KO, como en el boxeo.

Entiendo que un campo de fútbol sea lo más parecido a un teatro romano (pan y circo, recordáis?) y que, por supuesto, la retrasmisión de una partida de billar o de ajedrez no tenga el mismo énfasis. Quizás el fútbol se presta más a soltar adrenalina. Pero volviendo a los resultados obtenidos por otros deportes, resulta lamentable que se ensalce tanto un deporte que aporta más bien poco a los trofeos patrios.

El fútbol es el rey de los deportes porque ahí le han puesto unos poderes fácticos. No es un rey democrático, es un rey absolutista con los otros deportes, no compite de igual a igual, y les resta protagonismo por oscuros intereses poco o nada deportivos.

Quizás alguien se frota las manos cada vez que millones de personas se paralizan y sufren y disfrutan como si les fuese la vida en ello, en vez de mover el culo y luchar por unos ideales menos superficiales y que nos afectan más a todos y cada uno de nosotros.

martes, 12 de junio de 2007

El genio

Un día, volviendo a casa desde trabajo, observé como, tirada junto a la basura, había una tetera con un brillo especial. Me extrañó que siendo algo tan evidente, nadie se hubiese percatado.

Miré a mi alrededor buscando al equipo de la cámara oculta. En su lugar, y aparcada en la siguiente manzana, estaba una furgoneta con unas tablas de surf atornilladas en la baca, y a unos “colgados” en su interior.

Sin pensármelo dos veces, agarré la tetera, la froté, creyendo que no dejaría de ser una estupidez. La tetera, haciendo honor a su nombre, comenzó a silbar. Del susto, me caí, y al levantarme, noté cierta presencia. Junto a la tetera, había un hombre, cruzado de brazos, y con un diente de oro:

- Hola -me dijo.
- ¿Has visto lo que ha pasado?.
- Si, claro, he sido yo.
- ¿Tú? ¿Cómo que has sido tú?.
- Si, yo. ¿Nunca has oído hablar del genio de la lámpara?
- ¿Un genio tú?
- Bueno, chico –me contestó- estamos en el siglo XXI, conviene ser discreto. Quizás esperabas a un genio musculoso enorme, calvo, con perilla y con pendiente, pero unas vacaciones en Ibiza hicieron que aquel look fuese imitado.
- Entonces, ¿Es verdad? ¿Me concederás los tres deseos? ¿O me vas a vender un seguro? ¿No me pedirás que haga algo sucio a cambio, no?
- Gggrrr..., maldita sociedad del bienestar. Vamos a ver, ¿Todo el mundo tiene que hacer las cosas por algún motivo? ¿Qué pasa si quiero concederte tres deseos por nada? ¿Por qué frotaste mi lámpara? ¿Creíste en mí cuando lo hiciste, no? Pues entonces!!!
- Ya.
- Venga, que no tengo toda la noche -me increpó, utilizando una frase hecha que he escuchado alguna que otra vez.
- Entonces ¿Puedo pedir cualquier cosa? -continue yo, en modo aprendiz.
- Si, no hay problema, no te voy a cuestionar. Puedes pedir viajar en el tiempo, que desaparezcan los dinosaurios, lo que te de la gana...
Pensando que este hombre me estaba tomando el pelo, vi salir a un tuno de un portal cercano. Así que siguiendo con la gracia le dije...
- "Quiero que desaparezca la tuna".
- Que así sea. Cuando dirigí la mirada hacia el tuno... Había desaparecido!!! La interpretacion musical habia subido algunos puntos.
- Te quedan dos.
- Está bien (pensé que aquel tuno se habría escondido o algo así), pero déjame pensar un poco...
- Teniendo en cuenta los deseos tan estúpidos que me han pedido, y siendo razonable, te concederé un poco más de tiempo.
No me hizo falta...
- "Quiero que haya paz en el mundo".
- Que así sea.
Noté una extraña sensación, noté la felicidad de la gente y la ruina de algún fondo de inversión.
- Bueno, no está mal. Es la vigesimocuarta vez que me lo piden.
Me quedé perplejo. Quizás este genio era más promiscuo de lo que parecía.
- Pero ¿Cómo? ¿Te lo han pedido más veces? ¿Y como es que sigue habiendo guerras?
- Muy sencillo, mi lámpara es un poder que puede caer en buenas o en malas manos. Mi amo puede ser una quinceañera que desea pasar una noche con su ídolo, o un ambicioso ejecutivo de una empresa que fabrica armas, ¿lo entiendes?
Sin pensármelo dos veces, mientras el genio acababa de hablar, le dije, con tono imperativo:
- Genio, mi tercer deseo.
- Dispara.
- "Quiero que aparezca un genio y me conceda tres deseos".
- Que así sea –repitió por tercera y ¿última? vez el genio.

Para entender bien el concepto de recursividad primero hay que entender bien el concepto de recursividad.

"Sólo hay diez clases de personas: Las que conocen el código binario y las que no."

viernes, 8 de junio de 2007

La mala educación

Cuando hablo de mala educación, no me estoy refiriendo a esa película de ese director manchego que está sobrevalorado y que se caracteriza por contar historias oportunistas con personajes planos.

Me refiero principalmente al comportamiento del ser humano en su entorno, bueno, más que a su comportamiento, a su falta de comportamiento. Y podríamos examinar varios casos de esa ausente educación en un día cualquiera…

Un día cualquiera sin saber que hora es...

Espero el autobús en la parada (es una redundancia, pero por si acaso, no vaya a ser que haya gente que espere el autobús en una cabina de teléfono). Si atendemos a la educación, sería conveniente establecer una estructura FIFO (First Input First Output: el Primero que Entra es el Primero que Sale) o cola. Pues no, ahora resulta que esperas el autobús "a discreción". A veces haces cola, otras no, otras te cuelas, otras te hace un placaje una viejecita diciendo: "si no empujas no entras", y cosas similares.

Dentro del autobús, mi autobús, comprado con mis impuestos municipales, hay gente que pone los pies encima del asiento, cuando, supuestamente, está prohibido ensuciar las instalaciones. En este caso sería el conductor, como representante de la empresa, el que tendría que decir algo? Esa gente, en su casa, o en casa de sus padres, pone los pies también encima del sofá?

Cuando voy en el Metro (subte-raneo en sud-américa) la cosa no mejora. Entiendo que uno, cuando haga ejercicio, sude. Entiendo que pueda oler un poco a sudor, pero no entiendo esos sudores con solera que alguno gasta. Ir mal aseado al trabajo supone una falta leve… Otro día hablaré de la justicia y de la aplicación de la misma.

La barra que supuestamente te sirve para agarrarte cuando el tren acelera en las curvas y frena en las rectas, alguno o alguna la monopoliza, y la utiliza casi como si fuese una showgirl. En ese caso, utilizo el lenguaje del cuerpo, y agarrado a la barra, meto los nudillos en la espalda.

En el trabajo también existe un variopinto modo de actuación…

Al teléfono:
- ¿Quién eres?
- ¿Y quién eres tú?

Recuerdo en cierta ocasión, hablando con uno de mis jefes, lo comentábamos, lo mal educada que era la gente al teléfono, y justo en ese momento, le llaman y él hace lo mismo.

En una oficina, en un sitio diáfano, o "pradera" como dicen algunos (no os emocionéis, que no me voy a referir a Laura Ingels) no se puede hablar como si estuvieses en una lonja de pescado o en un mercado de abastos. Que alguien lleve traje y que tenga formación no es vinculante con que tenga educación. Son dos términos que no siempre van de la mano.

Montar una reunión, que todo el mundo llegue a su hora, que nadie la interrumpa con una llamada de móvil, y que se llegue a un acuerdo concreto y sin perder el tiempo es prácticamente un milagro. Hacer perder el tiempo a la gente también podría considerarte una forma de mala educación.

Hablando de sitios cerrados podríamos hablar de gorras, gorros, y demás. Según estudios, por el cuero cabelludo se pierde el 40% del calor humano. Pero, atendiendo otra vez a esas olvidadas reglas de educación, un hombre, cuando entra en un sitio con techo, se tiene que descubrir (si no va armado). La alopecia está cada vez más aceptada en la sociedad.

Sobre los saludos, sobre dar la mano, sobre dar la mano de pez, podría comentar que a mi me enseñaron (a veces hasta maldigo mi educación) que los hombres, se levantan para dar la mano.

También en cierta ocasión, me saludó dándome la mano el novio de una amiga mía, creo que intentó despreciarme, porque no sólo no se levantó, sino que ni tan siquiera me miró a la cara. Claro que yo “le apreté” más de la cuenta los nudillos, y entonces sí que se apresuró a mirarme.

Sobre saludar en el ascensor, o saludar cuando vuelvo, al conserje, o a mis vecinos, tengo la sensación, a veces incluso terrible, de que soy transparente. Esa sensación que tienes, cuando dices "hola" o "buenas tardes" cuando te cruzas con uno de tus vecinos y éste no sólo te ignora, sino que además pasa a tu lado como si no existieras o existieses.

A mi ya no me afecta, pienso que "estará pensando en sus cosas", a saber: el gotelet del techo, la lista de la compra, la fidelidad de su esposa, su honradez…

En los sitios públicos, la gente se comporta como si estuviese en el salón de su casa.

Vamos a ver, cretino, o natural de Creta, he pagado siete euros (en 2007) por una entrada de cine para ver la película, no para escucharte a ti, triste y gris actor secundario. Podría poner algún ejemplo en el teatro o en la ópera, pero sería entendido necesariamente por un número menor de personas.

Cuando uno sale a comer o a cenar a un restaurante, tampoco tiene que alzar la voz ni discutir con los acompañantes. Uno viene discutido de casa, porque puede ocurrir que yo esté celebrando mi aniversario con mi novia, y me moleste. Y que esa molestia quede ahí bueno, pero también puede ocurrir que le produzca una serie de heridas no compatibles con seguir viviendo.

Una buena hostia en la infancia evita la silla eléctrica en la adolescencia.

Creo que la educación es una forma de respeto hacia las demás personas. Es una norma básica de convivencia, es una herramienta, pues nos ayuda a no agredir o a no ser agredido en el trato diario con la gente. Mi libertad termina donde empieza la libertad de los demás.

Como esto siga así, creo terminaremos cantando villancicos al paso de las imágenes de la Semana Santa.

martes, 29 de mayo de 2007

Mamá, soy heterosexual

Recuerdo, una vez, desayunando con mis compañeros de trabajo, uno me comentó que le habia dicho a su madre:
- Mamá, soy heterosexual.

Su madre, se quedó bastante perpleja la mujer, pues no entendía muy bien por dónde iban los tiros. Ese mismo día, por la noche, cuando llegué a mi casa, repetí la jugada, pero con mi madre:
- Mamá, soy heterosexual.
- ¿Eh? Pero a ti te gustan las mujeres, no?.
- Pues claro, más que a un tonto un lapicero.

Y es que, y he aqui el motivo de este documento, ahora los hetereosexuales parecemos que somos los raros. Teniendo en cuenta que el 25% de la población sois bisexuales, el ser gay ha pasado de ser una enfermedad a ser un poder fáctico.

Que conste, que para nada soy homófobo, recordemos como curiosidad histórica, que mucho antes del Día del Orgullo Gay, los homosexuales eran detenidos y tratados como enfermos, en Estados Unidos, claro. Un acto totalmente deporable.

Creo que la sociedad se está llenando de blandengues. Una cosa es ser un hombre sensible, que llora con las películas románticas (sin tener que tirarse de un pelo de la nariz para hacerlo), y otra muy distinta es emocionarse hasta por encontrar sitio para aparcar.

El otro día, andando por la calle, escuché a dos jóvenes vestales (creo) decir:
- Jo, tía, mira a ese chico, está buenísimo.
Y cuando volví la cabeza para ver a "ese chico", resultó que el susodicho en cuestión estaba flaco como un canalón, y tenía menos hombros que un plátano. ¿Que ha sido de aquellas mujeres a las que les gustaba Rod Hudson? o ¿que ha sido de aquellos hombres a los que les gustaba Marlene Dietrich?, lloro.

Tampoco entiendo esa manía andrógina que tienen algunos modistos, que utilizan maniquís con menos curvas que una pista de aterrizaje. La mujer, con curvas, por favor. Pero claro, no vas a poner a un zorro a cuidar gallinas...

Y en cuanto a la diversión, pues más de lo mismo. Parece que ser divertido, tener una lengua viperina, y ser capaz de tararear todas las canciones de Gloria Gaynor es privilegio de unos pocos... los mismos que duermen en sábanas rosas, o que les gustan las películas de gladiadores.

Pues no, me niego rotundamente. Algo así no es específico de un grupo en concreto, pertenece a cada individuo. Ser diferente puede que sea privilegio de unos pocos, pero a esos pocos les pueden gustar las ostras o los caracoles, indistintamente.

lunes, 28 de mayo de 2007

En el año 2000 no habrá ni hombres ni mujeres: seremos todos gilipollas

Pues bien, después de investigar durante un tiempo, he de reconocer mi fobia hacia un sector de la humanidad que cada día tiene mayor apogeo: los gilipollas. Tiene el agravante añadido que, así como otros grupos sociales son discriminados por religión, sexo o color y son fácilmente identificables, a los gilipollas sólo se les detecta por sus acciones.

Tenemos gilipollas de todo tipo. Tu vecino, tu compañero de trabajo, un amigo de un amigo, tu presidente de gobierno, cualquiera puede ser un gilipollas. Pero tienes que tener mucho cuidado: si hablas con un gilipollas, no te tomarán como un conocido de él, sino como otro gilipollas más.

Gilipollas en la familia...
El padre le dice al bebé (acompañados de gestos pocos coordinados):
- Gugugu Agugu Agugu Agugu.
El bebé pensará:
- Menudo gilipollas se está acostando con mi madre.

Gilipollas en el trabajo...
Entre jefes, usuarios y clientes, es precisamente en esta parte de la vida donde mayor número hay. Y sobre todo, donde más se sufren, pues aunque se pueden evitar, no se pueden erradicar:
- Tenemos a todas las oficinas de telebanca paradas por este problema.
- ¿De cuántas estamos hablando?
- De una.

Gilipollas en el gimnasio...
- Prefiero tirar con poco peso, no vaya a ser que se me desarrolle mucho el músculo, y me ponga como Arnold Schwarzenegger.
- Ni aunque nacieras de nuevo te pondrías como él...

Gilipollas en las relaciones personales...
"Y le llevé una orquídia a nuestra cita en la Glorieta
la bella se besaba con un chulo y apoyada en un farol
Y yo allí con mi flor como un gilipollas, madre
y yo allí con mi flor como un gilipollas." (Marieta, La Mandrágora).

Gilipollas en Internet...
- Ten cuidado con ese que es Moderador!!!
- ¿Con quien?
- Uy, perdón, si eres tu...

Gilipollas en la cola del supermercado...
- Me dejas pasar primero a mi, que sólo llevo una botella de leche?.
- Yo también llevo sólo una caja (de botellas de leche).
- Pues es verdad...

Gilipollas en el restaurante...
- Hola, está ocupado este asiento?
- Si.
- ¿Molesto si me pongo aquí en este hueco? (señalando el espacio entre las dos sillas)
- Te puedes poner agarrado a la pared, si te gusta trepar...

Gilipollas en la política...
Jimmy Carter fue apodado "el gilipollas" por sus colaboradores. Ni que decir tiene que lo hicieron para referirse a él en tercera persona (lo pillas, idem?).

La gente se escandaliza por ésta, mi actitud. Pero también es una pena que el índice de nacimientos entre personas normales sea menor, que el índice de defunciones entre gilipollas. Todas las guerras se basan en intereses comerciales y en cambio, nadie investiga este tipo de patologías:

"Parece mentira que haya medicinas que curan enfermedades, y al que es gilipollas no le cura ni su santa madre".

domingo, 27 de mayo de 2007

Mi abuela

Cuando yo nací, mi abuela vivía el invierno de su vida. Mi madre, tuvo que trabajar para mantenernos, y no pudo dedicarse a cuidarnos como seguramente hubiese querido. Pero mi abuela estaba allí, la ayudó y nos ayudó. Para ella fui como el hijo que le hubiese gustado tener.

Desde pequeño, mi abuela cuidó de mí. Cuidó hasta términos insospechados, quizás me cuidó demasiado, pero yo siempre la correspondí con mucho cariño. Ella me arropó cuando tuve frío, me atendió cuando estuve enfermo, me alegró cuando estuve triste, me acercó al bien y me alejó del mal.

Entre los recuerdos que tengo de aquella época, está el rezo. Ella me enseñó a hablar con Dios, aunque no creía nada en los curas: "A misa voy hermano, a verle el culo a un marrano". Todos los viernes, antes de acostarnos, rezábamos una oración que aquí reproduzco para que alguien con buen corazón la recoja, y así no termine olvidada en algún lugar de mi memoria:

"Por los campos de San Juan, Jesucristo había pasado.
Y las señas que llevaba, de morir crucificado.
Un cruz lleva en sus hombros, una cadena en sus manos,
y a vuelta lleva un cordero, un cordero sagrado.
Que la sangre que derrama, cae en un Cáliz sagrado.
Y la gente que la bebe, la bebe sin pecado.
El que la sabe, no la dice, el que la dice, no la entiende,
y el día del Juicio Final verá, lo que en ella se contiene.
Sacará un alma de pena, y la suya del pecado,
el que esta oración dijese, todos los viernes del año".

Pero tanta felicidad no iba a durar para siempre, porque siempre suele ser demasiado tiempo. Mi abuela sufrió una trombosis que la afectó física y mentalmente. Durante el tiempo que estuvo enferma, la gustaba cantar (coplas, sobre todo) de vez en cuando. Yo la acompañaba con mi teclado electrónico. Una de sus canciones favoritas fue El Relicario.

De mi abuela aprendí muchas cosas, pero sobre todo la ironía, el sarcasmo y la mofa pública, que según dicen, es propio de nosotros, los españoles. Es algo que hago normalmente, de forma natural, porque me gusta, y sobre todo, porque lo hago en su memoria, para recordarla y homenajearla...

Mi abuela se fue un diez de Enero, como se van los pétalos de las flores empujados por el viento. Esta es la mejor forma que conozco de hacer las paces con Dios. No creo en ti, pero tampoco te odio.

Dedico estas líneas a mi abuela Carmen, que siempre me decía: "Hijo, jamás llegaré a verte casado" (Y acertó).

viernes, 25 de mayo de 2007

La vida es lo que te sucede mientras haces otros planes

Nací el Lunes 22 de Enero de 1968, a las 6:30 horas en el Hospital Militar de Málaga, Andalucía, España, Europa, a una muy temprana edad (como Groucho Marx). Soy por tanto contemporáneo de híbridos como "2001, Una odisea en el Espacio", la "Primavera de Praga" o "debajo de los adoquines está la playa". Mi nombre Alexi, es elegido por mi madrina inspirada en un político de la época: Aleksey Nikolayevich Kosygin. A los tres meses, por motivos que algún día desvelaré (en mis memorias y previo pago), mi familia se traslada a Madrid (Pongamos que hablo de...), donde resido habitual y actualmente.

Mi padre da un SQLCODE igual a 100, o un error 404 no encontrado, por lo que mi madre tuvo que trabajar en la hostelería (llegando a ser la mejor cocinera italiana de Madrid) para que a mi hermana y a mi, no nos faltase nunca de nada. Mi abuela materna, Carmen, que vivía con nosotros, fue la encargada de abrigar nuestro corazón durante todo este tiempo.

Fui un niño muy precoz, a los nueve meses ya ando... por ahí. Nací con los pies valgos, y para corregir el defecto, utilicé botas ortopédicas (si Dios hubiese querido que todos fuésemos iguales, todo el mundo hubiese llevado botas ortopédicas). Lo que sucede con este tipo de calzado, es que cuesta más parar que comenzar a caminar. Los patitos y pollitos que me compraban para jugar, no se daban cuenta de este "pequeño detalle" y se cruzaban en mi camino, precipitándose hacia su propia destrucción. A medida que fui creciendo, el problema se solucionó, pero ya era demasiado mayor para jugar con patitos y pollitos...

En 1972 (Año de las Olimpiadas de Munich) comencé mis estudios en un colegio de pago (a plazos). Aprendí cosas como La Ley de la Gravedad, que uno mas uno son dos (excepto en el sistema binario, que son diez), que el mejor Alcalde es el Rey, etc... Pero cosas importantes de la vida, no me explicaron, como por ejemplo: ¿Por qué dados dos bares situados en la misma zona, uno está lleno y otro vacío? ¿por qué los coches andando marcha atrás suenan diferente? ¿dónde terminan las carreteras? o ¿por qué el Coyote nunca coge al Correcaminos? Descontento con los métodos clásicos, busqué todo ese conocimiento omitido en uno de los legados sagrados que nos ha dejado el Siglo XX: La Televisión.

En ese año también nació mi hermana, la Encantadora de Abejas. Coincidiendo con su nacimiento, me llevaron a conocer a mis abuelos paternos, que vivían en un pueblo, italiano, al pie de la montaña. Era la primera vez que montaba en avión, y lo pasé francamente mal. Desconocía el funcionamiento, y no es que tuviese el síndrome del copiloto, sino que pensaba que el avión despegaría, pero que luego tendrías que tirarte en paracaídas para llegar a tu destino. De Italia recuerdo sólo dos cosas: Una estatua con hombres desnudos en Roma, y el autocar que nos llevó al pueblo, con todas las ventanillas manchadas de vómitos (el trayecto tenía muchas curvas).

Hice la Segunda Comunión en 1977 (la primera hostia me la dio mi madre cuando me negué a ir a clase de Catequesis) y posteriormente, la religión y yo comenzamos a separarnos: "hoy no han dado vino, como en la primera vez" dije a la salida de una misa celebrada semanas después.

Destaqué en el colegio sobre todo por mis notas. Prueba de ello fueron mis cuatro Diplomas y varias Medallas de Honor. Mi vida estudiantil se interrumpía con frecuencia, generalmente en invierno, por la llamada "gripe rusa". Faltaba más a clase, que la honestidad en la política. Estaba en cama unos días con fiebre y pegaba un estirón. Así, a los quince años, medía ya el metro ochenta y cuatro centímetros.

En 1978 aprendí Mecanografía. Mi profesora, además de mala leche, tenía un lema: "la letra, con sangre entra". Y conmigo no le hizo mucha falta aplicarlo, porque, gracias a ella y a sus enseñanzas, he llegado a ser el mayor copia-pegador del Medio Oeste Europeo.

Años más tarde comencé mis estudios de B.U.P., pero ahí la cosa cambió: dejé de ser un empollón, debido sobre todo a mi exceso de testosterona. Comencé a relacionarme con chicas y a tener otras inquietudes en la vida, sobre todo en el plano metafísico: "A veces, durante la oscuridad de la noche, cuando estoy tumbado en la cama de mi habitación, mirando la Luna y las estrellas, yo me pregunto: ¿dónde cojones está el techo?"

También participé en diversas revueltas estudiantiles: protestamos de forma enérgica contra la Guerra de las Malvinas. Para ello, quemamos una bandera británica, pintada con témpera, que como es pintura al agua, fue imposible hacerla arder, y metimos un petardo dentro de una botella de cerveza que no estalló, pena de vida.

Es por aquel entonces cuando mi abuela, sufre una trombosis que deja paralítica la parte derecha de su cuerpo. Tuve una depresión muy fuerte que me apartó durante un tiempo de los estudios. Fui al psicólogo y entre los recuerdos que tengo de aquella época, está el Test de Rorschach, una prueba que consiste en interpretar una serie de manchas en cartulinas: "Tú ves claramente a una mujer con las piernas abiertas sobre un enorme charco de sangre, pero tienes que decir que ves a una mariposa de colores, porque si no, te toman por loco".

Cuando salí de todo este problema, fui ya otra persona, bueno en realidad, el psicólogo nos dijo que "teníamos doble personalidad". Retomé los estudios con algo que me gustaba: FP Electrónica. Era un manitas de cualquier aparato electrónico. Pero claro, a la hora de enchufarlo, que lo hiciera otro. Los fines de semana, iba a ayudar al negocio familiar: "Fui cocinero antes que fraile". Allí, en el restaurante, aproveché mis múltiples personalidades: pizzaiolo, barman, repostero, cajero, contable... todo en tiempo compartido.

En 1985 me fui de vacaciones a casa de mi tía, en Florida, Estados Unidos, y visité uno de los sitios que más define la cultura norteamericana: Disney World. "está muy sucio, mira que ratón más grande (señalando a Micky Mouse)" le dije a mi madre. También visité Cabo Cañaveral, meses antes de la tragedia del Challenger. Repito, por enésima vez que mi visita y dicho acontecimiento no guardan ninguna relación.

Poco tiempo después, en 1987, me invitaron a un sitio donde me cortaron el pelo, me dieron ropa, me pusieron en forma, me ayudaron a no pensar. Un sitio donde te enseñaban muchas cosas, y yo a cambio les di doce meses de mi vida: hice el Servicio Militar en Infantería de Marina.

Cuando acabé con el ejército, me planteé ser algo en la vida. Para ello quise dedicarme a mi gran pasión: las mujeres, más concretamente quise ser "nipple tweaker". Pero las mujeres no estaban muy de acuerdo conmigo, así que opté por la Opción B: la Informática. Total, las revistas de informática y de mujeres ligeras de ropa siempre han estado muy cerca en los escaparates de los quioscos de prensa.

Iba con frecuencia por la Ciudad Universitaria (sobre todo porque se atajaba para ir a la zona de bares de Madrid). En pocos años, recuperé el tiempo perdido. Era conocido entre mis amistades como "La Esponja", debido a las "moderadas" cantidades de alcohol que consumía. ¿Quién no se ha pillado una borrachera alguna vez? Maté alguna de mis mejores neuronas de esta forma.

En 1990 entré en el mercado laboral. Aprendí cosas como que "La semana tiene más de siete días", que "La mujer del Cesar no sólo tiene que serlo, sino parecerlo", que "El secreto del éxito está en la sinceridad, hay que saber fingirla" o que "Lo que no puede ser, no puede ser, y además, es imposible". En definitiva, aprendí a tratar con Jefes.

Años más tarde (en 1995), actualicé mi Ordenador Personal (de 386 a 486), y entre otras muchas cosas, le enchufé un modem, y me conecté a Internet. A partir de ese momento, descubrí un nuevo medio donde poder expresarme más libremente y donde poder tener una identidad (más): El Criador de Gusanos.

Coincidiendo con la crisis de los 30, me replanteé alguno de los aspectos de mi vida. Me puse a régimen, me apunté a un gimnasio, seguí sin fumar (provoca cáncer), comencé a beber menos (las acciones de Havana Club y Coca-Cola bajaron ese año).

Poco tiempo después, tuve que operarme, porque sobre todo por las mañanas, me mareaba. Fui al médico, y me recomendó un cambio de sexo. Lo estuve pesando y sopesando. Al final opté por uno más pequeño, y la cosa funcionó, distribuyendo mejor la sangre, llegando incluso al cerebro y teniendo buenas ideas al respecto.

Continuará...