miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cuando era más joven

Cuando era más joven, no había miembras. Margaret Thatcher era la mujer más sexy del parlamento británico porque cuando ella entraba se levantaban todos los miembros.

Cuando era más joven, no había canon digital, copiabas los discos de vinilo en cintas de casette y con ello no matabas a ninguna industria ni a la creación musical.

Cuando era más joven el ex presidente del gobierno descansaba debajo de una losa de mármol y el presidente era una persona respetable y un hombre de estado. No como ahora, que el ex presidente se niega a ser un jarrón chino y el presidente es un ser somático.

Cuando era más joven iba al cine de mi barrio con mis amigos y nos sentábamos en las últimas filas, no para aprovechar la fila de los mancos, sino para salir los primeros y que no nos atracasen los gitanos.

Cuando era más joven teníamos que salir corriendo cuando venía “la banda del Lalo”, que eran unos jóvenes delincuentes, que nadie pensaba en reinsertar, y si que acabarían muertos de una sobredosis o en la cárcel.

Cuando era más joven al profesor le tratábamos de usted, y los padres no intervenían en los asuntos del colegio. En el colegio te enseñaban y en tu casa te educaban. Aprendías las cosas porque sí y no había que enfocarlo desde un punto de vista pedagógico.

Cuando era más joven a nadie se le llamaba homosexual. Eras marica, maricón era un insulto y gay era alguien alegre en territorios angloparlantes. Una lesbiana era una mujer a la que no podías llamar bollera porque te soltaba un buen par de hostias.

Cuando era más joven merendaba bocadillos de salami con chocolate y no tenía colesterol porque jugaba con mis amigos del barrio (con los que quedaba después del colegio, en la calle, sin tener que enviarles un correo electrónico) y quemaba todas las calorías que consumía.

Cuando era más joven me compraban juguetes en Reyes y por mi cumpleaños. Navidad era para adorar al niño y Santa Claus era un gordo pederasta vestido de rojo. Me compraron una bicicleta de cross gracias a que saqué un par de notables… Y seis sobresalientes.

Cuando era más joven no existían los metro sexuales, y de haber existido, posiblemente hubiesen sido unos maricas que montaban en el metro. Se depilaban sólo los ciclistas, y lo hacían para poder darse masajes (con final triste).

Cuando era más joven no existían los teléfonos móviles, y podía darse la casualidad que una película o una obra de teatro tuviese que ser interrumpida para que el doctor que se encontraba en la sala se fuese a atender una urgencia.

Cuando era más joven mi jefe sabía mucho más que yo y estaba en ese puesto porque había ascendido gracias a sus méritos, no como ahora, que mires donde mires, o hay un cuñado de alguien, o un gilipollas, o ambas inclusive.

Cuando era más joven estudiaba Geografía e Historia, a regañadientes, y sin imaginar nunca que diez años después se desmembrarían varios países o que un grupo de iletrados gobernantes reescribirían el pasado según su propia conveniencia.

Cuando era más joven no existían prácticamente franquicias, y cuando ibas a un restaurante, el camarero te atendía lo mejor y más rápidamente posible que podía el hombre y la comida estaba rica y no recalentada en el microondas.

Cuando era más joven hice la mili porque así lo decía la Constitución, y en ningún momento vi peligrar mi libertad y ni fue para mi una humillación o un trauma que no pudiese superar. Es más, me ha permitido abstraerme y muchas veces, atender a órdenes de mis jefes que tienen mucho de divino y poco de humano.

Cuando era más joven la gente fumaba y no se le miraba como si fuese un asesino. El tabaco mataba, pero menos que ahora, y también las empresas tabacaleras eran del Estado, con lo que, era muy difícil que hubiese leyes en contra de nuestros propios intereses.

Cuando era más joven bebía como un cosaco, de pie, y vomitaba arrodillado, humillado. Y nadie en su sano juicio hacía mención de mi futuro, de mis neuronas o de lo perjudicial que era para la salud y para la sociedad. Eras un borracho y punto, y no guardaba relación con los malos tratos ni con los accidentes de tráfico.

Cuando era más joven creía en Dios y las diosas sólo existían en la mitología. Hoy en día, de existir Dios, sería Joaquín Sabina y en cuanto a las diosas, vivo con una, que es mi novia.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Está genial, salvo que como te conozco, sé que no tienes 65 años... Hoy en día lees algo así y parece que lo escribe alguien que ha vivido la guerra civil y no alguien que tan solo tiene unos 35, ¿o no?

Pau dijo...

Lola le miras con muy buenos ojos ;). Pero razón en lo que dice.... desde luego no se la quito :)

SUVITA 71 dijo...

BRAVO, BRAVÍSIMO. Solo una sugerencia: Cambiamos Diosa por arpia o MUSA?. Es por otorgar a este texto el 100% de veracidad.